EL IMPROBABLE DOCTOR MILO





En estos tiempos de carestía...uno se sepulta en la introspección,se repliega sobre sí mismo e inicia un embotado hibernar del ánimo. No queda más remedio que resistir atrincherado en el cuartel de invierno (el mismo que en verano...hasta que el depredador corleone bancario de turno disponga). Déspues de cumplir tu trabajo diario (si lo tienes), las labores del hogar (si le conservas), el cultivo de tu intelecto (si no ha caducado por falta de uso), observas con angustia que las posibilidades de tu vida social quedan reducidas a la más raquítica expresión. Lógicamente al no rozar tan siquiera los parámetros de excelencia técnica,ética y cultural de ilustrados y renacentistas personajes como Leire Pajín, no podrás con toda justicia merecer una ínfima parte de su hiperbólico salario mensual. Sólo nos queda Internet...¿pero hasta cuando...aquí en nuestra Españezuela (ó Venespaña)? Cuando era posible mantener tus aficiones, ir de Indiana Jones musical en las tiendas de segunda mano era un goce supremo. Cuentan que David Holmes había reclutado una serie de rastreadores de vinilos ultrararos en varias ciudades del mundo. Eso (y ser fotógrafo del Playboy) si que es un trabajo de calidad. Lamentablemente, esta labor arqueológica tan edificante ya sólo se puede ejercitar en la Red. Buscar temas descatalogados de Karen Carpenter, Joe Meek, Jackie Ross ó Rotary Connection no hunde las industrias del cine y del disco en (Ex)paña. La sra Sinde ostentaba el único mérito de ser pariente del guionista de una de las mejores películas españolas de todos los tiempos:"Las verdes praderas"...NADA MÁS. Además ya filtró el chafardero tendencioso Assange como este impulso liberticida contra los usuarios de la Red, obedecía a un mandato del fenómeno planetario Obama al soyuz de León para parar la hemorragia de cine americano descargado por Internet. Os lo dice alguién que hasta 2005 no tenía ni ordenador ni ganas de ello. Soy un absoluto zoquete para la tecnología,y los manuales de uso me resultan tan indescifrables como el Mahábharata leído boca abajo en un día nublado. Ahora entiendo la importancia de esta valiosa herramienta de conocimiento (así como de desinformación y difamación), Vivo la música con fruición y devoción y ésta nada tiene que ver con la rapiña del desagrable perpetrador de ese engendro llamado "Ciclos". Por lo menos cuando el Dr Fausto del blues fue al cruce de las carreteras 61 con la 49 en Clarksdale, recibió a cambio algo de talento...cosa que no puede afirmarse de muchos de estos "autores"(?) o "creadores"(?). Estoy todavía aprendiendo a disfrutar y a sacarle partido a esta afortunada circunstancia a pesar del usurero precio y del coleresterol cibérnetico de los escuálidos ADSL españoles.  Me había acercado a un ordenador con la inveterada repulsión de quien conservaba el mal recuerdo de aburridas memeces antediluvianas como el cobol. Creía que iba a necesitar el paradójicamente absurdo dominio sobrevenido que algunos puedan confundir con un síndrome de Savant de juguete en la mente de un cientifico chimpancé. Como por obra y gracia de un trastornado guionista cinematográfico, un simio parlante procedente de una sociedad medieval reflota la nave hundida de Taylor y logra repararla. Encima adquiere por ciencia infusa el nivel de conocimientos y entrenamiento propios de un cosmonauta para revertir la travesía espacio-temporal de Charlton Heston para volver al punto de partida acompañado de sus amigos Cornelius y Zira. Entretanto, tras disiparse la resaca, me asusta comprobar que nadie me ha inoculado las funciones necesarias como a Johnny Mnemonic y además continúo por debajo del primate más grande que nunca dió el cine.                   MI EXPERIENCIA PRIMERA CON UN PC