5 de OCTUBRE de 1582 [ UN COROLARIO TRIP HOP ]

    No fue perro negro alguno el que empujó al mito a buscar su propio final. Francis Albert quizá se vió como de verdad él se percibía, y decidió que el juez revolver debía dictar y ejecutar sentencia. Pena "capitol" - se dijo en una última concesión al humor negro, y Sinatra pasaría de ser la Voz a convertirse en el Silencio. Pero lo que iba a ser la etapa final del camino se transformó, por azar, en la primera jornada del camino a la redención. La pistola se atascó y la bala nunca llegó a salir del tambor. El supurante dolor de una personalidad quebrantada se proyectó en su música...¿NO ES ESO EL ARTE? El magullado Frank lamió sus heridas ante el mundo en una de las mejores obras pop de todos los tiempos: IN THE WEE SMALL HOURS OF THE MORNING.        Mírate, y si te queda sentido del humor/ te podrías reir hasta reventar/ Mírate...¿todavía te tragas el rumor/de que el idilio es sencillamente apoteósico?//   Desde que encajaste ese certero golpe/ has perdido esa sonrisa de anuncio/  Mi estado mental es un absoluto desorden/ dejo pasar el tiempo y tristemente mascullo entre dientes//     Por pasarme de listo, me veo así/ encantadísimo de no ser feliz/   No puedo ganar pero aquí sigo/ más que contento de ser infeliz//    El amor no correspondido es una lata/ y yo lo tengo muy mal/   Pero para quién tú amas/ es placentero estar triste//    Soy como uno de esos corderitos extraviados,sin padre ni madre/  ¡Soy tan desgraciado!...pero...¡tan honrado de serlo!//     GLAD TO BE UNHAPPY - FRANK SINATRA.       Ignoro si Frank le relató fielmente sus cuitas al letrista Lorenz Hart, pero lo cierto es que captó totalmente la esencia de esa punzante melancolía.      Tras recordar este episodio, aclaro que el título nos lleva metafóricamente a esa sensación del tiempo, que de una forma u otra, sentimos como arrebatado de las manos. De la misma manera que suprimimos una hora de nuestra vida y la mandamos al limbo por un injustificado ahorro de no se qué...para compensar el desfase del calendario juliano el calendario gregoriano realizó un ajuste de 10 días que nunca existieron : del 4 de octubre se pasó al 15 de octubre de 1582. Todos somos episodios gastados de una serie cancelada antes de emitirse.Casi se siente uno como la bella Jennifer Love Hewitt, cuando camina entre espiritús desvaídos, mojamutos desenfocados, espectros y proyecciones de lo que anteriormente debieron ser entes humanos y no archipiélagos de mirada perdida. Cuando surgió esa forma híbrida de torch song y hip hop ralentizado llamado trip hop,a principios de los 90, se dijo que era como una nueva fórmula de antártico blues del siglo XXI. Se creía que era la consecuencia de ese zeitgeist imperante, derivado de una aplastante desilusión en torno a la expectativa de la  primavera para el mundo que traía consigo la caida del Muro asesino de Berlín. A partir de entonces los 90 se regodean de forma pesimista en lo insano, exacerban la nausea de lo cotidiano, lo absurdo de la alienación en las grandes ciudades. En el cine la principal aportación es la apoteosis nihilista del psycho killer y en el resto de la cultura popular la reivindicación de la podredumbre y la cochambre (¿qué son si no Palahniuk ó la arcada grunge?) El mejor reflejo de esta épica de la desolación, del tóxico vacío del alma, del desierto emocional...es ese blues famélico y deshilachado como un esqueleto borracho de Harryhausen al que se le bautizó (muy acertadamente) como TRIP HOP. Consecuentemente el malestar de la cultura pasa a convertirse en "cultura del malestar". Recoge la herencia del crooner clásico que canta estoicamente su derrota con caballerosa suntuosidad y la implanta en un contexto de dub espacial y atormentado.  PORTISHEAD podía ser la mezcla del "Watertown" de Sinatra con un Marley Marl hasta arriba de maría. Pero toda la gelidez formal de esa imaginería del fracaso vital,aún siendo hermosa,era IMPOSTADA...era MENTIRA. Ahora,especialmente desde el 11-S a esta parte,adquiere todo su escalofriante sentido. Actualmente esa sensación irreal de encontrarse en un tiempo y una realidad que no te corresponden (de ahí el 5 de OCTUBRE de 1582...) le otorgan a esta corriente estético-musical el mérito de ser la adecuada banda sonora de esta herrumbre del ánimo que todo lo envuelve. Esta fantasmal impresión de abandono en medio de una neblinosa corrosión del alma impregna todas las relaciones humanas. Nos sentimos como Roddy Piper con sus clarividentes gafas negras, adivinando tal vez que el puto Skynet ya ha vencido.