CON SU BLANCA PLACIDEZ

 A principios de septiembre me encontré con un antiguo amigo. La misma pinta descuidada de siempre y sin señal alguna de haber estado expuesto al solazo post-ferragosto. Cuando le pregunté sobre lo cotidiano en general y sobre el verano en particular, su respuesta definió un colectivo aroma que impregna el aire. - "Ha sido un verano feliz por tranquilo. Ha sido tan, tan tranquilo... que daba la impresión que no podía durar. No puede ser... que no recibas ningún palo inesperado con la racha que llevamos. De tan quieto y pacifico que estaba todo... corría enseguida bajo el toldo con un pánico exagerado: no fuera que el cielo de pronto se desplomara sobre nuestras cabezas. Como la calma chicha antes del desastre : imposible relajarse, macho"  Desafortunadamente este sentimiento lo compartimos muchos cuando la realidad y los avisos certificados te dan una reducida tregua. Y entonces pensamos en que es tan bueno que no puede prolongarse. La ansiedad que nos ahoga, impide incluso proclamar con alivio lo del día de la Lotería (..."por lo menos tenemos salud").  Nadie te garantiza que desgracias de cualquier tipo no doblen la esquina y te abran alevosamente en canal. Parece como si la tranquilidad  fuera el manto invisible de la tormenta perfecta. Nuestra capacidad de concentracíón y disfrute llevan más candados que los puentes romanos. ¿ Cuándo seremos pasto de los buitres...en horas, semanas ó en meses?  Cuando comenté el encuentro de este amigo común con mis compadres radiofónicos de "Especies Protegidas" no tardamos en estar de acuerdo. Caló tanto esa poderosa imagen que todas las recopilaciones de música que me pasan ahora ya no llevan los rimbombantes nombres de antaño: "Dry Plain Bay" en el caso de Jose Luis y "AORama" en el caso de Antonio. Esa inquietante realidad se define en un título más redondo : A Quiet Storm (Volumen el que sea...) ******Y  enseguida corremos bajo techado a preservar esta emponzoñada blanca placidez. La felicidad está por encima de nuestras posibilidades y no nos la podemos permitir (...eso dicen)